La costa portuguesa está llena de pequeños pueblos de encanto. Al viajar a lo largo de la costa de Portugal se puede ver cómo cambian sus ciudades y pueblos costeros. En el norte de Portugal, las ciudades y pueblos son muy similares a los de Galicia, con sus edificios de piedra y sus personas vinculadas a las tradiciones del mar. Pero cuando camina hacia el sur, las aldeas costeras se vuelven cada vez más claras, blancas o coloridas. Las tradiciones y el pueblo es el mismo, pero todo el paisaje cambia.
En la costa portuguesa del Alentejo es todavía posible descubrir pequeños pueblos donde se puede disfrutar de unas vacaciones inolvidables. Por tratarse de un área natural protegida, la costa del Alentejo es más salvaje, más pura.
Y cuando llega al Algarve, el turismo de masas es la norma, pero todavía existen muchos sitios, desconocidos por los turistas, donde podrá disfrutar del Algarve más genuino y tradicional. Comenzando desde el norte y hacia el sur, estas son los pueblos más bonitos de la costa de Portugal.
1. Viana do Castelo
Viana do Castelo, ubicada a orillas del río Lima, en la Región Norte de Portugal, es una ciudad que tiene mucho que ofrecer, ya que cuenta con un interesante casco medieval y con atractivas playas a las afueras. Sus barrios antiguos se muestran elegantes, con frondosas avenidas del siglo XIX, y estrechas callejuelas repletas de mansiones manuelinas y palacios rococó.
Ésta es una ciudad muy animada, ya que aquí las fiestas tradicionales se celebran por todo lo alto, y los universitarios contribuyen a que sus noches sean animadas abarrotando sus pubs, bares y discotecas. Uno de los lugares de visita obligada, y la razón principal de muchos turistas para visitar esta localidad es la Basílica o Santuario de Santa Luzia, un espectacular templo que se alza sobre el Monte de Santa Luzia, muy cerca del cual podrás visitar las interesantes ruinas da Cidade Velha de Santa Luzia.
2. Esposende
En la época de los Descubrimientos, Esposende fue un importante centro pesquero y marítimo, actividades que aún se conservan hoy en día, a pesar de ser muy solicitada como estación veraniega. Además de la pesca, una actividad característica de la población de Apúlia es la recogida del sargazo (algas) durante la marea baja.
Area de paisaje protegido, la franja costera que se extiende desde Esposende hasta Ofir y Fão, está considerada una de las zonas más bellas del litoral del norte de Portugal. A unos 6 km al norte, São Bartolomeu es muy conocida por la romería del 24 de agosto, que incluye el «Baño Santo», un baño de mar que, según la tradición, cura las enfermedades y vuelve a los niños más sanos y resistentes.
3. Póvoa de Varzim
Antigua población cuyo carta de fuero data del s.XIV, empezó a ser conocida a partir del s.XVIII como un importante pueblo pesquero, con el establecimiento en este lugar de un importante número de pescadores que formaron una comunidad muy cerrada.
La excelente playa, muy visitada en la época veraniega, ha sido su motor de desarrollo, siendo actualmente esta localidad un concurrido centro de veraneo dotado de una completa oferta hotelera, Campo de Golf, Casino y excelentes condiciones para la práctica de todo tipo de deportes. En las inmediaciones, el pueblo de São Pedro de Rates, que ya fue sede del concejo, merece una visita especial, destacando la iglesia de estilo románico edificada en los s.XI-XII, así como el antiguo edificio del ayuntamiento, del s.XVIII y el rollo de piedra.
4. Vila do Conde
Vila do Conde es una pintoresca localidad ubicada junto a la desembocadura del río Ave, en el distrito de Oporto, que cuenta con un centro histórico muy característico y atractivo, excelentes playas y un interesante pasado salino, ya que fue el principal exportador de sal durante la época romana. Actualmente Vila do Conde es un afamado destino de fin de semana para los habitantes de Oporto. Su puerto, que fue un importante puerto de construcción naval durante la época de los Descubrimientos, goza de una gran importancia histórica.
Otros de los principales atractivos de esta ciudad son: el Monasterio de Santa Clara, ubicado en una montaña cercana; el acueducto medieval; Playa do Forno y Playa de Nossa Senhora de Guia, dos atractivas playas que resultan ser las mejores del norte de Oporto, y a las cuales se puede acceder fácilmente mediante el metro.
5. Aveiro
Aveiro es un destino turístico y un centro urbano importante, que se caracteriza por su moderna universidad, su centro empresarial y su puerto, que es muy visitada debido a sus interesantes museos, playas, monumentos y sus dulces típicos llamados Ovos Moles. Aveiro es una ciudad que te sorprenderá por su grandes contrastes, ya que aquí se entremezclan las tradiciones rurales con la modernidad; y el desarrollo, la ciencia y la tecnología con cultura, identidad y patrimonio.
La ciudad goza de hermosos canales y arroyos que cruzan sus calles principales, permitiendo que esta ciudad sea conocida como la Venecia de Portugal. El clima en Aveiro es templado durante todo el año, y sus playas gozan de temperaturas agradables, pero con algunas corrientes fuertes durante los meses de invierno. En tu paso por este hermoso destino no debes dejar de visitar el Museo de Santa Joana, el Museo Fábrica de Ciencia Viva y la Costa Nova.
6. Figueira da Foz
Figueira da Foz, así llamada porque se sitúa en la desembocadura (foz) del Río Mondego, es una de las principales estaciones de veraneo de la región centro. Cosmopolita y llena de vida, ganó importancia desde finales del s.XIX cuando «ir a bañarse a Figueira» era una costumbre entre la aristocracia de la región del Centro de Portugal.
Figueira da Foz posee una vasta oferta hotelera, un casino fundado en 1900 y una excelente playa que tiene el arenal más extenso de Portugal continental y que ofrece las condiciones ideales para la prática de deportes naúticos, teniendo lugar aquí pruebas de los campeonatos de vela y de motonáutica. En los alrededores, vale la pena subir la Sierra de Boa Viagem (Buen viaje) y apreciar el panorama desde el Mirador de Vela, pudiendo contemplar la ciudad y las Salinas del Mondego, y en días de mucha visibilidad se puede vislumbrar el mar hasta las Islas Berlengas.
7. Nazaré
Nazaré es una villa típica portuguesa que goza de un excepcional emplazamiento, frente a una bonita playa de arena que describe una amplia curva y brinda sus mejores vistas desde el escarpado acantilado, ubicada a unos 100 kilómetros al Norte de Lisboa y a unos 230 de Oporto. Esta villa es considerada por muchos como la más típica del país, y su belleza natural enamora a todo aquel que la visita.
Nazaré disfruta de un clima ameno, y sus gentes son muy simpáticas y hospitalarias. Esta pintoresca villa se ha convertido durante décadas en una auténtica musa para pintores y otros artistas de todo el mundo. Al encontrarse dentro de una región de gran riqueza histórica y patrimonial, Nazaré resulta un lugar ideal para pasar unas vacaciones inolvidables. La villa cuenta con aproximadamente 10.000 habitantes, y se encuentra dividida en 3 núcleos poblacionales: Praia, Sítio y Pederneira.
8. São Martinho do Porto
La bahía de São Martinho do Porto, en forma de concha, es año tras año visitada por las mismas familias que hace mucho tiempo la eligieron como el lugar predilecto para vacaciones y fines de semana. Durante el verano es una localidad muy animada y se transforma en una estancia de vacaciones verdaderamente cosmopolita. En los últimos años se ha promovido la práctica de diversos deportes radicales como la escalada, windsurf y piragüismo.
Con un arenal de aproximadamente 3 kms de extensión en forma de concha, la Playa de São Martinho do Porto es una bahía abrigada, en la que el mar tranquilo ofrece excelentes condiciones para los niños y para la práctica de deportes náuticos, como el windsurf, la vela y el piragüismo. La aldea, que fue fundada por los monjes del Monasterio de Alcobaça en el s. XIII, tuvo un gran desarrollo a lo largo del s. XX, convirtiéndose un centro de veraneo muy frecuentado y apreciado, en el que no faltan numerosos restaurantes donde se pueden saborear especialidades gastronómicas como la langosta suada o la centolla rellena.
9. Peniche
Peniche, ciudad costera de la región centro de Portugal, se encuentra repleta de cultura, tradiciones y recursos naturales. Se trata de una península de unos 10 kilómetros de perímetro, cuyo extremo se denomina Cabo Carvoeiro. Junto a la costa de Peniche se encuentra la isla de Berlenga, una de las reservas naturales más bonitas de Portugal.
Gracias al turismo que mueve esta pequeña localidad y a la gran importancia que tiene la agricultura y la pesca para sus habitantes, disfrutarás de excelentes restaurantes donde podrás degustar deliciosos platos elaborados con alimentos frescos de primera calidad. Los lugares de visita obligada de este destino son: Forte de Peniche, Cabo Carvoeiro, Fonte do Rosário, y el Forte de São João Batista, ubicado en la isla de Berlenga. Peniche alberga playas magníficas, las más bonitas son Playa Baleal, Playa Medão y Playa Gambôa.
10. Ericeira
Tradicional aldea de pescadores, Ericeira se ha desarrollado muchísimo durante el s. XX por el creciente atractivo como zona de veraneo, manteniendo todavía sus características originales y una atmósfera muy particular.
Situada a cerca de 50 Km de Lisboa, en una zona de fácil acceso, sus playas son muy frecuentadas durante el verano, siendo consideradas como las mejores a nivel europeo para la práctica de surf. Hay que destacar la Playa de Ribera d´Ilhas, donde se realiza anualmente una de las pruebas del Campeonato Mundial de Surf. Un paseo por Ericeira es también una excelente oportunidad para saborear los variados platos de marisco y pescado fresco, especialidad gastronómica de la región.
11. Azenhas do Mar
Azenhas do Mar es una aldea en el litoral del municipio de Sintra, parroquia de Colares. Se desarrolla a lo largo de una ribera / línea de agua que corre hacia el Atlántico y rompe las arribas de la costa, y en la que existían azenhas (de ahí el nombre), tiene en la base una playa en la que existe una piscina oceánica. Además de la pintoresca paisaje natural, existen en Azenhas do Mar varios edificios de interés, sobre todo en el estilo portugués suave, con azulejos en las fachadas, como es el caso de la escuela y la residencia para el maestro.
Presencia en todos los itinerarios turísticos de Portugal, es actualmente el lugar de la segunda residencia de muchos, con su población residente es de 800 habitantes. Tradicionalmente, además de la actividad de molienda, las principales actividades eran la agricultura, con especial relieve para el vino y alguna pesca y recogida de mariscos (percepciones y lacas). De la memoria de las gentes del mar quedó devoción a Nuestra Señora del Mar, pero sobre todo se celebra San Lorenzo, santo patrono de la tierra y protector de la viña, cuya procesión se realiza todos los años en agosto, haciendo fe en los santos el pueblo los lleva hasta la orilla del mar para la espectacular bendición.
12. Sesimbra
Pintoresco pueblo de pescadores situado junto a una ensenada, Sesimbra fue fundada en la cumbre de una colina, alrededor del castillo de los Moros que el 1º rey de Portugal, D. Afonso Henriques conquistó en 1165. Este castillo cayó de nuevo en posesión de los moros e 1191, siendo reconquistado en el reinado de D. Sancho I (s.XIII) que lo donó a la Orden de Santiago para defensa y poblamiento. Más tarde, en el s.XVIII fue restaurado, siendo actualmente un lugar de visita obligatorio desde donde se puede admirar un paisaje verdaderamente deslumbrante sobre el pueblo y el mar.
Fue la riqueza piscícola del mar de Sesimbra, lo que hizo que el núcleo poblacional descendiese desde lo alto de la colina y se trasladase a las proximidades de la costa, transformándose este pueblo en uno de los principales puertos de pesca de la región. Es también el mar el que durante el s.XX ha ido atrayendo a forasteros que buscan las excelentes playas resguardadas, que cuentan con condiciones inmejorables para la práctica de deportes náuticos, que han convertido esta tranquila localidad en una concurrida estación de veraneo. Especial atención merece también la excelente gastronomía regional en la que los mariscos y el pescado freco son el elemento principal, y que se pueden degusta en los muchos restaurantes aquí existentes.
13. Portinho da Arrábida
Situada en el Parque Natural de la Sierra de Arrábida, la Playa de Portinho es una de las más bonitas de Portugal. Sus arenas blancas y finas y los diversos tonos de azul de sus aguas cristalinas, contrastan con la verde vegetación de la Sierra, formando un bellísimo escenario que invita al descanso.
En esta bahía tranquila es posible practicar submarinismo para observar la diversidad marina, estando, sin embargo, prohibida la caza submarina, dado que el fondo del mar también está calificado como Parque Natural.
14. Porto Covo
Porto Covo es la primera de las encantadoras ciudades costeras que se encuentran al Sur de la Península de Setúbal. La parte más antigua de la localidad, que antaño un pueblo de pescadores, cuenta con una bonita plaza y calles empedradas. A los largo de los acantilados discurren senderos que conducen hacia el puerto, ubicado en el extremo Sur de la ciudad; y hacia las interesantes formaciones rocosas localizadas en el norte, con acceso a varias playas, como la Playa da Samoqueira o la Playa do Salto, una playa nudista.
En el mar, a unos 250 metros de Porto Covo, aparece la isla abandonada de Pessegueiro, que ha servido durante mucho tiempo como fuente de inspiración para poetas. En ella se encontraron huellas de la ocupación cartaginesa del siglo III a.C. y de ocupación romana, especialmente tanques de salazón de pescado. Otro lugar interesante para observar en la isla son las ruinas de un fuerte construido en el siglo XVII que, junto con una fortaleza gemela ubicada en Porto Covo, defendían la costa.
15. Vila Nova de Milfontes
En la Desembocadura del Río Mira, esta simpática población debe mucho de su desarrollo al turismo creciente de los últimos años. Las tranquilas y bonitas playas de la Costa del Cabo de San Vicente son muy visitadas porque aún mantienen sus características naturales y porque tienen excelentes condiciones para la prática de deportes náuticos.
En el patrimonio edificado, en el centro histórico, destaca la Fortaleza, construida entre 1599 y 1602 para defensa contra los ataques de piratería, la Iglesia Madre y el Faro del Cabo Sardão, construido a principios de siglo.
16. Zambujeira do Mar
Zambujeira do Mar es un pueblo tranquilo famoso por sus playas agrestes y encantadoras, respaldadas por acantilados abruptos. Este pueblo resulta un buen punto de partida para pasear por los acantilados y las dunas, y para descubrir playas desérticas, pobladas tan solo por aves marinas. Su calle principal termina en el acantilado, y junto a él parten algunos senderos que bajan hasta las atractivas playas de arena.
Este pueblo atrae a numerosos lisboetas, mochileros y surfistas, durante el verano, pero sigue siendo mucho más tranquilo que la vecina Vila Nova de Milfontes, excepto durante el mes de agosto, ya que es cuando este pequeño pueblo acoge un multitudinario festival de música conocido como Festa do Sudoeste.
17. Lagos
Lagos es una de las ciudades más importantes de Portugal debido a que jugó un papel muy relevante durante la época de los Descubrimientos Portugueses. Además, esta ciudad cuenta con algunas de las playas más bonitas del Algarve y ofrece una animada vida nocturna. La localidad de Lagos está compuesta principalmente por casas terreras de colores claros, donde se instalan numerosas tiendas, galerías, y otros establecimientos hoteleros.
En cuanto a patrimonio, destacan las Ruinas da Cidade de Laccobriga, la Iglesia Parroquial de Santa María de Lagos, la Iglesia de Santo Antonio (Museo Municipal), el Castillo de los Gobernadores (Castelo dos Governadores) y la Fortaleza da Ponta da Bandeira. Algunas de las mejores y más famosas playas de Lagos son Playa de Porto de Mós, Meia Playa, Playa do Camilo y Playa da Dona Ana. También merece la pena visitar el monumento natural de la Ponta da Piedade y el Zoo de Lagos.
18. Ferragudo
Ferragudo es una de las más bellas siluetas de pueblo a la orilla del mar que se pueden encontrar en todo el Algarve. El pueblo de Ferragudo habrá nacido alrededor del siglo. XIV. Pescadores que buscaban en el mar el sustento para sus familias, se instalaron en estas paradas, erigiendo toscas y humildes casitas. Sin embargo, existen vestigios que nos atestiguan presencia humana en Ferragudo en el período de la Prehistoria.
La desembocadura del Arade fue, también, blanco de codicia para los Fenicios y Cartagineses. Los romanos se asentaron en los campamentos, dedicándose a la pesca ya la industria de la salazón del pescado. A comprobar esta estancia están los hallazgos arqueológicos encontrados junto al Fuerte de San Juan del Arade. A las maravillosas playas ya las excepcionales condiciones naturales que aquí se pueden encontrar, se aliaron las villas, los pueblos, entre otras unidades de alojamiento, haciendo Ferragudo, una región de reconocida belleza, en un lugar apacible e ideal para unas vacaciones tranquilas.
19. Carvoeiro
Junto a un acantilado en el que se esparcen armoniosamente las pequeñas casas blancas de los pescadores, la Playa de Carvoeiro es una bella y pintoresca imagen del litoral algarvío. En su pequeño arenal abrigado y muy frecuentado por los veraneantes, reposan los barcos de los pescadores que también hacen paseos junto a la costa, mostrando las bellísimas grutas y cavernas de los alrededores.
Junto a la playa es posible disfrutar de una amplia oferta de restaurantes, bares y terrazas, pues no existe una separación entre la animada localidad de Carvoeiro y el arenal. Dispone de una pequeña bahía de aguas transparentes, lo que la convierte en bastante abrigada. En el local se pueden alquilar barcos para visitar las grutas y las playas aisladas.
20. Tavira
Tavira es una bonita ciudad atravesada por el río Gilão, ubicada en la parte oriental del Algarve, a treinta minutos de la frontera con España en Ayamonte, y a otros tantos del Aeropuerto Internacional de Faro. Los dos lados de la ciudad están unidos por un bello puente románico de siete arcos. Tavira es un lugar perfecto para pasear, pues cuenta con un precioso centro histórico compuesto de un laberinto de calles con bellos pavimentos. El centro esconde jardines y plazas arboladas, iglesias y casas palaciegas dignas de ver. La ciudad también cuenta con un pequeño puerto pesquero y un moderno mercado.
Esta localidad es un campamento base ideal para explorar la parte oriental del Algarve, ya que dispone de una gran variedad de excelentes restaurantes, hoteles, y negocios turísticos. Una buena idea para explorala es entrar por la Puerta de Dom Manuel I y comenzar visitando la Iglesia de la Misericórdia, edificada entre 1541 and 1551, considerada la expresión del Renacimiento más notable en el Algarve.
21. Cacela Velha
Cacela Velha es la zona más antigua del concelho de Vila Real de Santo António. Su existencia como centro urbano se remonta por lo menos, según los vestigios arqueológicos encontrados, al tiempo de los Romanos y los Árabes, aunque se cree que es de origen fenicio.
Actualmente es una modesta aldea de agricultores y pescadores con un típico caserío de viviendas blancas agrupadas alrededor de la Iglesia de Nossa Senhora da Assunção (siglo XVI-XVIII), que supone un magnífico mirador sobre el océano y los arenales de la Reserva Natural de la Ría Formosa. De esta localidad, además de la iglesia anteriormente citada, merece la pena visitar su Núcleo Museológico y su Fortaleza.