Antigua sede de la Orden de los Templarios, Tomar es una ciudad con gran encanto, tanto por su riqueza artística como cultural. Su máximo exponente se encuentra en el Convento de Cristo, una de las obras renacentistas más importantes de Portugal. Sea cual sea el motivo para visitar la ciudad, hay que subir al castillo templario y descubrir la monumental obra del Convento de Cristo.
La Charola es la parte más antigua. Este oratorio templario se construyó en el siglo XII, al igual que el castillo, que, en su momento, era la construcción militar más moderna y avanzada del reino, inspirada en las fortificaciones de Tierra Santa. Se transformó en capilla mayor con motivo de la reconstrucción ordenada por Don Manuel I, en el siglo XVI, momento en el cual el conjunto alcanzó el esplendor arquitectónico que todavía hoy conserva y que le valió su catalogación como Patrimonio de la Humanidad.
El casco histórico de la ciudad es muy apacible, idóneo para disfrutar de un relajante paseo por su calles, flanqueadas de casas blancas, y dejarte sorprender por sus interesantes museos y monumentos. Otros bonitos lugares para pasear son el parque, que ubicado junto al río, es frecuentado por cisnes, garzas y patos; y los jardines de la frondosa zona boscosa conocida como Mata Nacional dos Sete Montes. Estos son los mejores sitios que ver y visitar en Tomar.
1. Convento de Cristo
El Convento de Cristo se alza sobre la cima de una colina, dentro de las murallas del Castillo Templario, dominando la ciudad de Tomar, Portugal. Tanto el castillo como el convento fueron sede de la Orden de los Templarios hasta el año 1314, y de la Orden de Cristo a partir de 1357. En 1983 la UNESCO declaró monumento «Patrimonio de la Humanidad» una joya sin par de la historia de Occidente: el Castillo Templario y Convento de los Caballeros de Cristo de Tomar.
Construido sobre un lugar de culto romano, este vasto conjunto monumental nos habla de siete siglos de la historia de Portugal y de grandes momentos de la historia de Occidente. Afonso Henriques, nuestro primer rey, donó a los Caballeros del Templo de Jerusalén, una extensa región entre el Mondego y el Tajo. Cuenta la leyenda que los caballeros llegados a la región escogieron, por artes premonitorias, un monte para establecer un castillo y el nombre que le daríam: Tomar. Corría el año de 1160 y D. Gualdim Pais, Maestro Provincial de la Orden del Templo, lo mandó edificar y poblar.
2. Ventana del Capítulo
Se trata de la obra de decoración manuelina más asombrosa de todo Portugal. Es obra del arquitecto Diogo de Arruda, y fue esculpida de 1510 a 1513 a partir de las raíces de un alcornoque, que se encuentran sostenidas por el busto de un capitán. La decoración trepa a lo largo de dos mástiles con múltiples entorchados. Cuenta con motivos vegetales marinos entre los que se distinguen corales, maromas, algas, cabos y cadenas.
El conjunto es rematado con los emblemas del Rey Manuel II y con la cruz de la Orden de Cristo, que también se encuentra en la balaustrada que ciñe la nave. La ventana se encuentra amarrada con unos cabos a dos torretas, una de ellas rodeada por una cadena que simboliza la Orden del Toisón de Oro; y la otra por una cinta, que representa la Orden de la Jarretera.
3. Charola de los Templários
La Charola era el oratorio privado de los Caballeros Templarios, en el interior de la fortaleza. Su tipología es común de las iglesias bizantinas, la cual vuelve a integrar el románico con el movimiento de las Cruzadas.
En esta tipología el templo tiene como base una planta se desarrolla en torno a un espacio central, el cual, en la rotunda templaria, tiene la forma de un prisma octogonal, o tambor, que se desdobla en dieciséis caras en el paramento del deambulatorio, encerrando de este modo la volumetría del edificio. Concluida en 1190, la Charola tenía la entrada orientada hacia el oriente. Fueron las obras de D. Manuel I que la establecieron al sur, en la nave con que amplió la iglesia, extramuros del castillo.
4. Castillo de Tomar
Este castillo, centinela de la ciudad de Tomar, es considerado como una de las edificaciones militares portuguesas más importantes del siglo XII. En su interior alberga el Convento de Cristo, un monumento de enorme grandeza e historia, que forma en conjunto, un ejemplar único en su género, clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1983.
Fue construido el 1 de Marzo de 1160, fecha en la que hoy en día se celebra el día de la ciudad de Tomar, sobre una colina junto al río Nabão. Su edificación se debió a una cuestión de estrategia militar, derivada de la necesidad de establecer un punto fuerte de resistencia en las zonas fronterizas con territorios en poder de los musulmanes.
5. Acueducto dos Pegões
El Acueducto dos Pegões fue construido junto a la ciudad de Tomar por el arquitecto italiano Filippo Terzi por órdenes de Felipe I en 1593, para el abastecimiento de agua al Convento de Cristo. Esta impresionante obra de ingeniería tiene cerca de 6 kilómetros de extensión, y un total de 180 arcos, alguno de ellos doble.
El acueducto avanza desde el Noroeste hacia el monasterio. Se pueden contemplar unas vistas inmejorables sobre este monumento desde junto a la carretera de Leiria, a 2 o 3 kilómetros del centro de Tomar.
6. Mata Nacional dos Sete Montes
La Mata Nacional dos Sete Montes, también conocida como Cerca do Convento, es un pequeño bosque amurallado que fue fundado con la Orden de Cristo, que ya pertenecía a los templarios.
Actualmente este lugar es un auténtico pulmón para la ciudad de Tomar, y es un lugar idílico para disfrutar de un paseo y descubrir lugares bucólicos como la Charolina, un templo en miniatura de estilo románico. Este lugar se encuentra repleto de hermosos jardines, estanques de estilo renacentista, fuentes, etc.
7. Iglesia de Santa Maria do Olival
La Iglesia de Santa Maria do Olival de la localidad de Tomar, fue parte de un convento Benedictino durante el tiempo de la Nâbancia. Este templo fue reedificado por D.Gualdim Pais en el año 1160, haciendo de esta iglesia el panteón de los Templarios. Su estructura sigue el modelo de las iglesias portuguesas de media dimensión del periodo gótico.
Sus capillas laterales son obra de João de Castilho, el célebre arquitecto que realizó un gran número de obras en tierras portuguesas, siendo su obra maestra el Monasterio de los Jerónimos de Lisboa. El templo que vemos actualmente data del siglo XII, y es una buena muestra de la arquitectura gótica portuguesa.
8. Molinos y Lagares D El-Rei
Los molinos y lagares de El Rey se ubican en la calle Everard, también conocida por la calle de la «Levada», en la orilla derecha del río Nabão. En el siglo XII el río llegaba hasta la calle de los Molinos, nombre que ganó en la Edad Media cuando se quedaba frente a los molinos de la villa. Cuando fundaron Tomar, en 1160, los Templarios construyeron luego molinos junto al Nabón. El primer foral de Tomar, donado por D. Gualdim Padres en 1162, ya hablaba de azenhas, o sea, molinos que molían los cereales aprovechando la fuerza del agua.
A partir del siglo XV, la fuerza del agua también fue aprovechada para hacer funcionar los lagares que movieron la aceituna. Los Templarios erigieron un azud, hoy llamado de los frailes, desviando parte del río Nabão hacia un canal, la llevada. El agua desviada hacia este canal pasaba por debajo de los molinos, a través de estrechos túneles. Su fuerza movía el mecanismo para hacer girar las muelas que movían los cereales. De las lagares que llegaron a nuestros días, los más antiguos son los que quedan junto al puente Viejo.
9. Iglesia de São João Baptista
La Iglesia de São João Baptista se alza sobre la Praça da República de Tomar, conocida como la ciudad de los Templarios de Portugal. Se trata de un templo gótico tardío cuya fecha de fundación es desconocida, pero se sabe que su reconstrucción fue realizada a finales del siglo XV por órdenes de Dom Manuel I. Destaca su hermoso pórtico de estilo gótico flamígero, realizado, al igual que el púlpito de la izquierda de la nave, por un artista francés anónimo; y la maciza torre campanario de estilo manuelino, de base rectangular en el primer nivel, octogonal en el segundo, con una abertura para las campanas por lado; y hexagonal piramidal en la cima.
En el interior aún se conserva el púlpito de estilo gótico tardío, con ornamentos vegetales, y varias tablas de gran valor artístico: varias de ellas flamencas, como el Tríptico de Bautismo de Cristo, algunas atribuidas al artista Gregório Lopes, como la Última Cena o la Degollación de San Juan Bautista, todas ellas del siglo XVI.
10. Sinagoga de Tomar
La Sinagoga medieval mejor conservada de todo Portugal se encuentra localizada en una callejuela empedrada del casco antiguo de Tomar. Esta sinagoga fue construida entre 1430 y 1460, y tan sólo fue utilizada como tal durante unos años, ya que en 1496 un edicto promulgado por Manuel I obligó a los judíos a convertirse o marcharse. La mayoría optó por lo segundo.
Posteriormente la edificación fue utilizada como prisión, capilla, y almacén, hasta que en 1921 se clasificó como Monumento Nacional, en parte gracias a los esfuerzos de Luis Vasco, que procedía de una de las dos familias judías que aún viven en Tomar. Esta pequeña y sencilla edificación, de planta cuadrangular y bóvedas sostenidas por cuatro columnas, ha sido restaurada para recuperar el aspecto que tenía en el siglo XV. Su nombre se debe al matemático y astrólogo judío que ayudó a Vasco da Gama a planear sus viajes.
11. Ermita de Nossa Senhora da Conceição
La Ermita de Nossa Senhora da Conceição se alza junto al Castillo Templário de Tomar, en extramuros. Esta ermita es una obra maestra del renacimiento portugués, con capiteles delicadamente esculpidos, y es una de las últimas edificaciones de João de Castilho, de hecho, Castilho murió en 1553, en el mismo año que se comenzó a construir la ermita, y Diogo de Torralva se encargó de concluir su construcción, que finalizó en 1573.
Supuestamente fue erigida para ser destinada como mausoleo de D. João III, que falleció en 1557 y fue sepultado en los Jerónimos. Actualmente, y desde 1910, cuenta con la categoría de Monumento Nacional. Lo mejor para visitarla es hacerlo después de ver el castillo y el convento, ya que se encuentra a media pendiente, bajando desde el convento a la ciudad.
12. Convento de Santa Iria
El Convento de Santa Iria fue erigido en Tomar en el siglo XVI, sobre el antiguo monasterio benedictino, a orillas del río Nabão, en el mismo lugar donde ocurrió el martirio de Santa Iria, degollada por orden de Britaldo. Su cuerpo fue tirado al río y llegó a Santarém, donde según la leyenda, las aguas del río Tejo se abrieron para mostrar su ataúd.
En medio del río hay un monumento que señala el lugar donde se produjo dicho milagro. Este templo exhibe un portal de estilo renacentista en su fachada norte. La iglesia es una gran obra de estilo renacentista, consecuencia de la llamada escuela “Renacença Coimbra”. Son obra de João de Castilho el portal de la iglesia y su ventana.