La ciudad de Guimarães se considera la cuna de Portugal porque aquí nació Alfonso Henríquez, que se convertiría en el primer rey de Portugal. Asociada a la formación e identidad de Portugal, la UNESCO catalogó la zona intramuros del centro histórico de Guimarães como Patrimonio Mundial, gracias a los valores de originalidad y autenticidad utilizados para su recuperación.
En la actualidad, la ciudad todavía cuenta con un conjunto patrimonial armonioso y bien cuidado que se puede ver en graciosas barandillas de hierro, balcones y pórticos de granito, casas señoriales, arcos que unen calles estrechas, losas del suelo pulidas por el paso del tiempo, torres y claustros.
Por momentos nos sentimos transportados a un escenario medieval, en el que la nobleza construyó sus viviendas, como la casa Mota Prego, el Palacio de Vila Flor, de Toural y tantos otros que aportan a Guimarães una atmosfera única. Estos son los mejores lugares que ver y visitar en Guimarães, Portugal.
1. Castillo de Guimarães
Este majestuoso castillo de siete torres se alza sobre una colina de la histórica ciudad de Guimarães, en el norte de Portugal. Fue construido en el siglo XI para defender al monasterio y las nuevas poblaciones de la región, así como para afirmar el poder ante otros señores feudales.
Como anécdota interesante, se cree que en él nació Alfonso Henriques, el primer rey del reino de Portugal. Sus murallas se pueden visitar y recorrer gratis, pero hay que pagar para subir por la escalera medieval que conduce hasta el torreón de la condesa Mumadona.
2. Palacio dos Duques de Bragança
El Palacio dos Duques de Bragança se alza sobre el casco medieval de Guimarães, en el norte de Portugal. Este palacio fue construido en el siglo XV bajo órdenes de D. Alfonso (hijo ilegítimo del Rey Don João y de Doña Inês Pires Esteves), 1º Duque de la Casa Bragança y 8º Conde de Barcelos. Sus torres almenadas y las chimeneas cilíndricas de ladrillo destacan sobre prácticamente cualquier punto del centro histórico de la ciudad.
Este palacio se deterioró considerablemente durante siglos cuando la poderosa familia se trasladó a Vila Viçosa, en Alentejo; pero fue magníficamente restaurado para ser utilizado como residencia presidencial de Salazar, y hoy en día aún conserva varios de sus tesoros originales. Al visitarlo podrás caminar libremente por sus numerosas habitaciones, que albergan una gran colección de tapices flamencos, armas de los siglos XV y XVI, y una capilla con fantásticas vidrieras.
3. Centro Histórico
El centro histórico de Guimarães se encuentra asociado al nacimiento de la identidad nacional portuguesa en el siglo XII. Constituye un ejemplo excepcionalmente bien conservado de la evolución de una localidad medieval hacia una ciudad moderna.
La rica tipología edificada muestra el desarrollo de la arquitectura portuguesa entre los siglos XV y XIX, con el uso continuo de técnicas y materiales de construcción tradicionales. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 20011.
4. Citânia de Briteiros
Las ruinas, que fueron descubiertas por el arqueólogo portugués Martins Sarmento en 1875, son los restos de una población amurallada con rasgos culturales celtas. La citania se encuentra en lo más alto del monte, tal como ocurre con numerosos castros. Existen, realmente, tres murallas, con una media de dos metros de anchura y cinco de altura. La influencia de la romanización llega a Briteiros en el siglo I a. C., y se manifiesta por numerosos vestígios, tales como inscripciones latinas, monedas de la República y del Imperio, fragmentos de cerámica importada (terra sigillata), vidrios, etc. La influencia indígena se muestra en la disposición topográfica de la población, el trazado de las murallas, la planta circular y el proceso constructivo de las casas y por la decoración con motivos geométricos.
En la zona hay otros vestigios de la misma época, como los castros de Barcelos o Sanfins. Restos de culturas más antiguas dan testimonio del primitivismo de los orígenes de la citania de Briteiros: instrumentos de piedra eneolíticos o de la Edad del bronce inicial. Por otro lado, las «mamoas» (dólmenes recubiertos por piedras formando túmulos, mammulus) y grabados rupestres en las proximidades de la citania, muestran la existencia de una cultura autóctona previa a la romana. Esta citania fue abandonada definitivamente en el siglo III.
5. Iglesia Nossa Senhora da Oliveira
La Iglesia de Nossa Senhora da Oliveira fue fundada por la condesa Mumadona durante el siglo XII y reconstruida cuatro siglos después. En la actualidad domina el Largo da Oliveira de la histórica localidad de Guimarães. Esta iglesia está clasificada como Monumento Nacional desde el año 1910.
Frente a ella encontrarás un imponente monumento. Se trata de un templete de estilo gótico con cruz. Según cuenta la leyenda el monumento indica el lugar donde Wamba el Visigodo, que derrotó a los suevos, clavó su lanza en el suelo negándose a reinar a menos que brotara de ella un árbol, el cual brotó poco después.
6. Plaza de Santiago
La Praça de Santiago se encuentra localizada en pleno centro histórico de la ciudad de Guimarães, en el norte de Portugal. Según cuenta la tradición, una imagen de la Virgen de Santa María fue llevada a Guimarães por el apóstol S. Tiago, y colocada en un templo que pasó a llamarse Praça de Santiago.
Esta plaza aún conserva su aspecto medieval, y en ella se encontraba una pequeña capilla del siglo XVII dedicada a Santiago, pero fue demolida a finales del siglo XIX.
7. Plaza da Oliveira
´Largo da Oliveira´ debe su nombre a un olivo centenario plantado en este lugar. Rodeado de pintorescas casas típicas del norte del país, es el punto de partida ideal para recorrer a pie las calles de la ciudad. Pero en la propia plaza, existen algunos aspectos que sin duda despertarán su interés: en el lado este, un curioso templete gótico erigido durante el reinado de D. Afonso IV, conmemora la batalla del ´Salado´, donde portugueses y castellanos vencieron a las fuerzas del reino moro de Granada, en 1339.
En la parte de atrás se encuentra la Iglesia de ´Nossa Senhora de Oliveira´ (Virgen del Olivo) o de la Colegiata, que es el primer monumento gótico erigido en la región de Minho, bajo los auspicios de D. João I como cumplimiento de un voto hecho por la victoria en la batalla de Aljubarrota (1385) contra las tropas de Castilla. El campanario, que sobresale del cuerpo de la iglesia, es de trazo manuelino, es decir de construcción más tardía.
8. Santuário da Penha
La Montaña da Penha es el punto más alto en kilómetros a la redonda (con cerca de 617 metros de altitud), y se encuentra ubicada a unos 7 kilómetros de la histórica ciudad de Guimarães, en el norte de Portugal. Se trata de una cima arbolada, cuyos bosques resultan un lugar ideal para una escapada de la ciudad y del calor del verano. En ella hay unas gigantescas rocas adornadas con flores donde los niños podrán jugar. Además, en la zona también hay muchas grutas ocultas que resultan muy interesantes.
En lo más alto de la montaña se alza el Santuario da Penha, símbolo de la fe y faro de Guimarães. Un monumento de singular belleza y valía arquitectónica y religiosa. La zona está dotada de buenas infraestructuras e instalaciones como: Centro Ecuestre, áreas de pic-nic, senderos, restaurantes, bares, cafeterías, mini-golf, etc. Desde su cumbre disfrutarás de unas impresionantes vistas sobre la ciudad.
9. Padrão do Salado
El Padrão do Salado, un monumento nacional desde 1956, es uno de los monumentos más emblemáticos de Guimarães y una de las más grandes obras de simbolismo medieval de Portugal. Podemos afirmar que es un monumento histórico único en el país, por su forma y su arquitectura. Situado en el Largo da Oliveira, frente a la Iglesia de Nuestra Señora de Oliveira, el Patrón del Salado es un porche gótico, de planta cuadrada y bóveda, que alberga un crucero grabado a ambos lados, una donación de Pedro Esteves, un mercader de Guimarães residente en Lisboa, que adquirió esta pieza en Normandía.
En la cruz podemos ver, por un lado, la imagen de la Virgen María y del otro Jesucristo. El fuste presenta imágenes de otros santos, además de inscripciones que estarán connotadas con el cantero. El Padrão do Salado fue construido durante el reinado de D. Afonso IV para conmemorar la participación portuguesa en la batalla del Salado, en 1340. Este logro, que es el origen del apodo de «Bravo» de D. Afonso IV, llevó una serie de edificios conmemorativos en varias partes del reino de Portugal.
10. Iglesia de São Miguel do Castelo
La Iglesia de São Miguel do Castelo se encuentra ubicada entre el Castillo y el Palacio dos Duques de Bragança, en la localidad de Guimarães, Portugal. Se trata de una iglesia románica donde D. Alfonso Herniques fue bautizado, y la prueba se encuentra junto a la pila bautismal, en una lápida que pone la siguiente inscripción “Nesta pia foi bavtizado El-Rey Dom Afonso Henriques pelo Arcebispo S. Geraldo no anno do Senhor 1106”.
Pese a ser una edificación sencilla, sin apenas decoraciones, es considerada como Monumento Nacional desde el año 1910, debido en parte a que se la considera como una edificación muy ligada a la nacionalidad portuguesa y su fundación. En su interior alberga un conjunto de lápidas con motivos guerreros y religiosos; una talla de madera policromada de S. Miguel, el patrono de la iglesia; y una escultura que representa a la Virgen con el niño, realizada en piedra caliza policromada.
11. Iglesa dos Santos Passos
La Iglesia de São Gualter, también conocida como Iglesia de Nossa Senhora da Consolação e Santos Passos, se encuentra localizada en la histórica localidad de Guimarães, en la región Norte de Portugal.
Esta esbelta iglesia data del siglo XVIII y es, en la actualidad, la iglesia más impresionante de Guimarães. De ella llama la atención sus agujas gemelas del siglo XIX y su florido acceso desde el corazón de la ciudad.
12. Museo y Convento de Santo António dos Capuchos
Este museo se encuentra ubicado en el Convento de Santo António dos Capuchos de la ciudad de Guimarães, en la región Norte de Portugal. Fue creado por la Santa Casa da Misericórdia de Guimarães durante el año 2008 con el objetivo de conservar y mejorar el patrimonio artístico y cultural de la ciudad.
Se encuentra emplazado en la Colina Sagrada, en un convento que fue construido en el siglo XVII, y adquirido por la Misericórdia en 1842 para luego instalar en él un hospital. Al visitar el museo podrás caminar por los patios, pasillos y claustros de este interesante edificio, así como visitar la magnífica iglesia del convento, que data del siglo XVIII.